Viajes sin varadas por correas
Una cuidadosa inspección visual bien puede determinar la sustitución y evitar contratiempos en carretera.
Las correas en general, pero las de accesorios en particular, tienen hoy día la responsabilidad ampliada de mover en una sola vuelta sistemas importantes como el alternador, la bomba hidráulica, el aire acondicionado, entre otros, con lo cual deben ser fabricadas con técnicas y materiales muy especiales.
Además del tiempo y el kilometraje, con el motor apagado observe cuidadosamente las correas en busca de:
- Grietas aleatorias en los canales.
- Desgarro. Se han desprendido pedazos o fragmentos del caucho de la correa.
- Deshilado. Parte del material de la correa se desprende de los canales y se acumula en las ranuras de la correa.
- Abrasión. El dorso de la correa presenta un aspecto brillante.
- Separación de canales.
- Desgaste de canales desigual por causa de la intrusión de un elemento extraño.
- Entrada de gravilla. Se presentan pequeños orificios visibles en el dorso de la correa.
- Estrías externas dañadas.
- Contaminación por aceite. El aceite y la grasa son los peores enemigos de un compuesto de caucho, ya que debilitan la unión del compuesto, lo que se traduce en una correa blanda y esponjosa. En estos casos, la correa puede patinar, acumular calor y provocar un fallo.
- Ruptura.
- Ruido en la correa. Si el ruido durante el funcionamiento del motor en ralentí es constante, es probable que el problema tenga que ver con una alineación incorrecta. Si el ruido es “irregular”, es posible que el problema tenga relación con la tensión de la correa.
- Pérdidas de material. El indicador de desgaste del sistema de transmisión por correa de accesorios es una útil herramienta que ayuda a evaluar el desgaste en las poleas y las correas de EPDM y a determinar si una correa o una polea ha perdido tanto material que debe sustituirse.
Fuente: Gates/Impocali